Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
“Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa Marìa
¡Hola, queridos amigos y amigas de la Oleada Joven!
Hoy la Iglesia celebra que es posible vivir el evangelio, condensa en un solo día, en una sola celebración, la festividad de todos los hermanos y hermanas en la fe que a lo largo de la historia han vivido con la gracia del Espíritu Santo el Evangelio de Jesús de diversas maneras, en diversos lugares, a lo largo de toda la historia; la Iglesia celebra esta multitud de testigos que han seguido al cordero.
La iglesia en este día nos pone como modelos, como intercesores a todos los santos, de todos los tiempos, de todos los colores, de todas las formas y nos vuelve a invitar a vivir la santidad, nos vuelve a recordar que estamos llamados a la santidad, que nuestra vocación no es solo ser buenos, que nuestra vocación es ser santos, y no precisamente santos de estampitas, como a veces decimos, sino jóvenes santos del siglo XXI, hasta podemos jugar y decir: santos del facebook, santos del celular, santos de las redes sociales, santos de nuestra cultura.
Es posible vivir el evangelio en esta cultura porque también está el espíritu santo invitándonos, nunca se ha ido; ojalá que esta festividad nos alegre el corazón.
El evangelio de Jesús es una aventura hermosa, y muchísimos hermanos y hermanas a lo largo de estos 2000 años de historia de Jesús, de la Iglesia, lo han vivido, nosotros también lo podemos vivir.
¡Que tengas una buena semana!