Un cambio…

jueves, 5 de diciembre de
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¡Conviérteme, Señor!

Del ruido que me impide escucharte,

a la paz que me permite sentirte con nitidez.

De la comodidad, que desfigura mi felicidad

a la sobriedad que necesita mi alma para no perderte.

 

 

 

¡Conviérteme, Señor!

De mi voz, suave y tímida para anunciarte,

a un testimonio vivo ,eficaz y valiente,

para proclamar que, como Vos,

nada ni nadie ha de salvar al hombre.

 

 

¡Conviérteme, Señor!

De mi autosuficiencia, orgullo y seguridades

a la humildad para saber y poder encontrarte.

De mis apariencias, simples e interesadas,

a la plenitud que me ofrece tu presencia,

real y misteriosa, dulce y exigente,

divina y humana, audible….y a veces silenciosa,

con respuestas….y a veces con interrogantes.

 

 

¡Conviérteme, Señor!

Y dame un nuevo corazón para alabarte.

Y dame un nuevo corazón para bendecirte.

Y dame un nuevo corazón para esperarte.

Y dame un nuevo corazón para amarte.

 

Amén

 

 

 

Javier Leoz