“He venido públicamente a ser feliz” dice Andrés Aguilar en una divertida conferencia donde nos cuenta cómo busca hacerle frente a una epidemia del mal humor que hoy trasciende fronteras.
Su sed de cambios positivos en la dinámica social lo llevó a formar una red de voluntarios promotores de la alegría: Risaterapia. Entre risas y anécdotas nos recuerda que hay cosas que hacer. Hay que transmitir buenas noticias. Sostiene que para que una sociedad pueda reonstruir el tejido social hace falta que nos miremos.
Encontrar miradas, sonreír, vernos a los ojos parecen ser la bandera de un estilo de vida que quiere contagiar para acabar con tanta violencia.
Confiando en los demás podremos mirarnos a los ojos, hacer nuevos amigos, enamorarnos y asi, de a poco, iremos construyendo la paz.