Ayuna de palabras hirientes.
Y transmite palabras bondadosas.Ayuna de descontento.
Y llénate de gratitud.Ayuna de enojos.
Y llénate de mansedumbre y paciencia.
Ayuna de pesimismo.
Y llénate de esperanza y optimismo.
Ayuna de preocupaciones.
Y llénate de confianza en Dios.Ayuna de quejarte.
Y llénate de las cosas sencillas de la vida.Ayuna de presiones.
Y llénate de oración.Ayuna de juzgar a otros.
Y descubre a Jesús que vive en ellos.Ayuna de tristeza y amargura.
Y llénate de alegría el corazón.Ayuna de egoísmo.
Y llénate de compasión por los demás.Ayuna de falta de perdón.
Y llénate de actitudes de reconciliación.Ayuna de palabras.
Y llénate de silencio y de escuchar a otros.Si todos intentamos este ayuno,
lo cotidiano se irá inundando de paz,
de amor, de confianza…