Es preciso:
Que la razón pregunte a la fe, en vez de decir que la fe ha perdido el juicio.
Que la realidad pregunte a la esperanza, y no diga que la esperanza ha perdido el juicio.
Que la tristeza pregunte a la alegría, y no diga que la ha perdido el juicio.
Es preciso:Que cuando no veamos nada, preguntemos a los que ven.
Cuando estemos cansados, preguntemos a los que están descansados.
Cuando estemos caídos, preguntemos a los que aún están en pie.
Cuando estemos enfermos, preguntemos a los que están sanos.
Que cuando todo lo veamos negro, preguntemos a los que lo ven blanco.
Que cuando estemos desilusionados, preguntemos a los que viven el gozo de la esperanza.
Que cuando estemos tristes, preguntemos a los que están alegres.
Que cuando sintamos que nada tiene sentido, preguntemos a quienes aún tienen razones para vivir.
Que cuando sintamos que Dios no existe, preguntemos a los que lo han visto.
Que cuando sintamos que la Iglesia tiene mucho de pecado, preguntemos a quienes todavía son capaces de ver la santidad que hay en ella.
Como dice el Papa Francisco: “Hay mucha basura, pero también abunda la santidad”.
Autor: Clemente Sobrado