Señor, vengo cansado del trabajo,
cansado de la lucha y de mí mismo.
Dame Señor, la fuerza de tu brazo,reconforta la fatiga de mi camino,y allí dónde los triunfos han sido escasos,que tu gracia abundeen frutos eternos.
En espera de esta hora de silencio y paz,recorro la senda de este día,para hablarte, Señor, para escuchartey poner confiado en Ti,mis preocupaciones y alegrías.
Cerca de Ti, al atardecer, reencuentro la pazy, con todos los seres humanos,hijos tuyos y hermanos míos,te ofrezco el trabajo, el descanso y el amor.
Liturgia de las Horas