De camino a Emaús me encontré con el Resucitado y todo mi ser cambió

domingo, 24 de agosto de
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Todo lo que en la vida había buscado lo encontré”CAMINO A EMAÚS”. Lo encontré cuando tuve la dicha, la fortuna de conocerte cuando más lo necesitaba. Nuestras miradas se cruzaron y fue ese un momento mágico en el cual las palabras no hicieron falta, el silencio y un abrazo lo dijeron todo.

Nunca he tocado tus manos, pero puedo sentir tus manos acariciando mi cabello tiernamente.

Nunca he podido abrazarte, pero si puedo sentir tu cálidos abrazo, me haces sentir tu infinito AMOR.

Nunca vi tus ojos, pero puedo sentir tu mirada atravesándome el alma, hasta juraría que puedo mirarme en tus ojos y contemplar el AMOR. En El no existen ni barreras ni obstáculos, porque el mismo habita en mi alma.

Emaús es antorcha para mis pasos, luz en mi sendero. Es fuego y martillo que golpea la peña. Es lluvia que empapa la tierra, la fecunda y la hace germinar. Es viva y eficaz y más cortante que espada de doble filo que penetra hasta la división entre alma y espíritu, articulaciones y médulas; y discierne pensamientos y sentimientos del corazón”.

 

Rose Carrizo