En tiempos de exámenes

viernes, 24 de octubre de

En tiempo de exámenes sentimos que no damos más, que el cansancio es extremo pero a la vez los nervios y la ansiedad no nos dejan ni dormir las pocas horas con las que contamos para relajarnos.


¿Cómo hacerle frente a ésta situación? ¿Cómo controlar o manejar mejor la ansiedad y los nervios?


En primer lugar podríamos decir que teniendo en cuenta algunas pequeñas pautas pueden servir de ayuda:


1- Hacer deporte: No solo es muy bueno para la salud sino que también ayuda a liberar tensiones, a despejar la mente y a aquietar la ansiedad. Salir a correr, caminar o a andar en bici 2 o 3 veces por semana pueden ser excelentes opciones por ser accesibles y de un muy bajo costo ¡Solo la energía que vas a gastar en la actividad!


2- Descansar bien: Es bueno intentar, aunque sabemos que es hasta imposible a veces, dormir 8 horas como mínimo y máximo también. Para logar descansar mejor y evitar que la ansiedad aumente, es recomendable evitar el exceso de cafeína. Consumir mucho café o bebidas que contengan este componente puede ser contraproducente.


“Las bebidas con altas dosis de cafeína te espabilan al momento, pero cuando sus consecuencias desaparecen provocan un efecto ‘rebote’ que solo hará que te sientas extremadamente cansado, agotado y con falta de concentración. Un sueño reparador, en cambio, hará que te concentres con gran facilidad y que tus conocimientos afloren mucho más fácilmente.” 1


3- Alimetarse bien:

Es fundamental una muy buen alimentación. Comenzado con un nutrido desayuno. Si te encanta el mate, ¡buenísimo! Pero primero preparate alguna infusión con leche y si no te gusta acompaña con tostadas con queso. Un yogurt con cereales puede ser muy nutirtivo. Que no falten las verduras y las frutas.


Dicen que existen alimentos que favorecen la memorización como el pescado, la soja, las papas y hortalizas.


4- Por último, y no por eso menos importante, todo lo contrario, es respirar hondo, hacerse un espacio y tiempo para encontrarte con Quien tiene el poder de llevarse toda ansiedad, todo temor y regalarte Su paz. Hacete “ese espacio” para conversar con el Amigo. Decile a Él absolutamente todo lo que te preocupa y pesa.


Y si te cuesta entrar en diálogo, acá te acercamos una oración que puede ayudarte a entrar en confianza:

 

Jesús, yo confío en Ti

¿Por qué te confundes y te agitas
ante los problemas de la vida?

Cuando hayas hecho todo lo que esté en tus manos
para tratar de solucionarlos, déjame el resto a Mí.

Si te abandonas en Mí, todo se resolverá
con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada
como si quisieras exigirme el cumplimiento de tu deseo.
Cierra los ojos del alma y dime con calma:

Jesús, yo confío en Ti.
Evita las preocupaciones y angustias,
y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después.

No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas.
Déjame ser Dios y actuar con libertad.

Abandónate confiadamente en Mí.
Reposa en Mí y deja en mis manos tu futuro.

Dime frecuentemente:
Jesús, yo confío en Ti.

Y no seas como el paciente que le pide al
médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo.

Déjate llevar en mis manos.
No tengas miedo…
Yo te amo.

Si crees que las cosas empeoraron,
o se complican a pesar de tu oración,
sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía.

Continúa diciéndome a todas horas:
Jesús, yo confío en Ti.
Necesito las manos libres para obrar.

No me ates con tus preocupaciones inútiles.
Confía solo en Mí, abandónate en Mí.
Así que no te preocupes, echa en Mí
todas las angustias y duerme tranquilamente.

Dime siempre:
Jesús, yo confío en Ti.
Y verás grandes milagros, te lo prometo por mi amor.

(autor desconocido)

 

Oleada Joven