Jesús dijo a sus discípulos:«Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes».
Palabra de Dios
P Gustavo Gatto Asesor de la Patoral de jóvenes de la Diócesis de Villa María
Seguimos caminando en este tiempo de cuaresma para abrir el corazón a Dios y para encontrarnos con nuestros hermanos.
La clave que nos presenta Jesús en este evangelio es la misericordia, como el Padre es misericordioso. Y esta misericordia se traduce en forma concreta: no juzgar, no condenar y perdonar. Perdón, comprensión y tolerancia para abrir de corazón nuestra mano a los hermanos tratando de acompañarlos en su camino.
Este es el camino de cuaresma, un camino de misericordia, de comprensión y de cercania con los demás.