Evangelio según San Juan 4,43-54

lunes, 9 de marzo de
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Jesús partió hacia Galilea. El mismo había declarado que un profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta.

 

Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaún. Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo. Jesús le dijo: “Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen”.

 

El funcionario le respondió: “Señor, baja antes que mi hijo se muera”.”Vuelve a tu casa, tu hijo vive”, le dijo Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Mientras descendía, le salieron al encuentro sus servidores y leanunciaron que su hijo vivía.El les preguntó a qué hora se había sentido mejor. “Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre”, le respondieron.

 

El padre recordó que era la misma hora en que Jesús le había dicho: “Tu hijo vive”. Y entonces creyó él y toda su familia.Este fue el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.


Palabra de Dios




 

 


P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María


 

Seguimos caminando con Jesús en esta 4ta Semana de Cuaresma hacia la Pascua.

Hoy nos encontramos con Jesús que vuelve a Galilea que vuelve a Canaá donde había hecho su primer milagro en el evangelio de Juan.

Un Jesús,que tiene fama, que es recibido bien porque su nombre ya ha sido renombrado en toda la región. Pero Jesús no se la cree, Jesús no se agranda, podemos decir que no vive del flash, ni de las luces. Jesús, sigue haciendo su camino desde la humildad.

También, la Iglesia ésta llamada a ser testimonio de Jesús desde la pobreza. Una Iglesia pobre, también en sus medios y en sus signos, signos que son eficaces pero, que no deben encandilarse con los flashes del mundo, por los flashes del marketing. Esa es la invitación para ésta Iglesia del Señor, una Iglesia pobre pero eficaz, una Iglesia pobre para los pobres.



Fuente: Radio María Argentina

 

 

Radio Maria Argentina