Jesús dijo a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.
Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz”. Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.”
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
Comenzamos la semana con Jesús.
Hoy el Señor se nos presenta como misionero, se presenta recorriendo las ciudades enseñando, curando a los enfermos, compadesiendose de la multitud. Y nos hace una invitación: “Rezar para que haya más, que se vean como Él, misionero, que haya más trabajadores de su viňa.”
Queridos jóvenes, los invito a que puedan pensar su proyecto de vida junto a Jesús, que puedan preguntarle a Dios en sus corazones ¿cuál es su vocación, cual es su llamado en el Reino de Dios? ¿Cuál es el lugar en esta tarea hermosa de anunciar la presencia resucitada de Jesús? No tenerle miedo a la pregunta :¿para que me llama Dios? No tenerle miedo al discernimiento, dejándose acompañar y no tenerle miedo a la respuesta. Animarse a arriesgar la vida en la familia cristiana, en una vida consagrada, en una vida misionera.
El trabajo es grande, la gente necesita de Jesús, Jesús, necesita de nosotros.
Que tengan una hermosa y bendecida semana.