Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas.
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”.
Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. Entonces los judíos le preguntaron: “¿Qué signo nos das para obrar así?”.
Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”.
Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
Hoy celebramos la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan Letrán.Celebramos la Catedral del Papa en Roma,que fue la primer Iglesia Madre que tuvo el primer lugar en el culto púbico que tomó la Iglesia luego de la conversión del emperador Constantino en el año 314.
Celebramos hoy la libertad que tiene la Iglesia para poder rendir culto a Dios públicamente. No se tuvo que esconder más.
Entonces este derecho fundamental que tenemos los seres humanos y que están dicho por Papa en todas sus intervenciones. Derecho a expresar la libertad religiosa, a aceptar a los demás que expresan la fe de Dios. Eso hará que nos tratemos como hermanos, que termine entre nosotros la violencia que es muchas veces en el nombre de la religión.
Fuente: Radio María Argentina