Señor, Vos sos la vid que me sostiene,
el dueño y guía de toda mi existencia.
Sin Vos no puedo dar fruto.
Podá todo aquello que estorbe
mi crecimiento.
Que esta oración me descubra lo
que necesito purificar, mejorar
y/o enmendar,
para dar el fruto abundante que,
con tu gracia, puedo dar.
Anónimo