Ser buen amigo

sábado, 18 de julio de
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Estudiar, trabajar en algún proyecto, o simplemente tomar mates, es mucho más divertido si se hace con amigos. Con ellos, se vuelve de repente sencillo reír hasta llorar y darnos cuenta de que en realidad sí tenemos razones para ser felices. Y es que “un amigo es alguien que cree en vos incluso cuando vos ya no crees en ti mismo”, levantándote el ánimo y dándote el aliento que necesitás para ser valiente.

 

 

Ser conocido por muchos, no significa tener muchos amigos. Y que crezca tu popularidad no necesariamente quiere decir que te sentirás más acompañado y amado. Creemos que necesitamos muchos amigos, cuando en realidad debemos preocuparnos por valorar y cuidar a ese único que “estuvo a nuestro lado cuando todos se habían ido”.

 

 

 

“Encontrar un amigo verdadero es como encontrar un tesoro”, no sucede todos los días. Sin embargo, existe un secreto que en verdad funciona: ser un buen amigo primero. No es tarea fácil, pero para lograrlo te alentamos a imitar a Jesús, el amigo que te ama como ningún otro.

 

 

 

El papa Francisco te dice: “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte. Sólo gracias a ese encuentro con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero.”

 

 

Compartimos con vos una oración de Marcelo A. Murúa, y te animamos a seguir las huellas de Jesús, quien se dió por completo a sus amigos. 

 

 

Enséñame a ser buen amigo

 Quiero ser buen amigo, Jesús,

enséñame a buscar

el bien de mis amigos

antes que el mío propio,

enséñame a compartir

y a buscar siempre lo mejor para todos.

Que no me pelee,

no me enoje con mis amigos.

Que acepte con humildad

sus consejos y sus palabras.

Que siempre tenga una sonrisa

y las manos abiertas.

Que sepa perdonar

y pedir perdón.

Ayúdame a ser buena compañía

y a llevar esperanza.

Quiero ser tan buen amigo

como tú lo eres conmigo.

Amén

 

 

Sofía Passetti