Evangelio según San Marcos 8,1-10

lunes, 10 de febrero de
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En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:“Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer.Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos”.

Los discípulos le preguntaron: “¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?”.El les dijo: “¿Cuántos panes tienen ustedes?”. Ellos respondieron: “Siete”.

Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud.

Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había sobrado.Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió.En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.


Palabra de Dios




 


P. Nicolás Retes 

 

El Evangelio que estamos compartiendo esté Sábado 15 de Febrero, nos presenta a Jesús con ésta actitud de compación por la multitud,que se ha acercado a verlo y no tiene que comer. Se ha hecho tarde y justamente Jesús les pide a sus discípulos, a los apóstoles que se comprometan con esta realidad, le pregunta, ¿Cuántos panes tienen ustedes? Y claro, los discípulos no tenian mucho alimento, sin embargo, Jesús los envía a que puedan repartir, a que puedan distribuir lo poco que tienen. En definitiva cuando Jesús esta en medio nuestro, hace presente el Reino en su Abundancia, cada vez que Jesús se hace presente en nuestras vidas, podemos gozar de Abundancia.
La clave esta en distribuir, en repartir aquellas cosas que hemos recibido del Señor.

El evangelio nos dice, que comieron hasta saciarse e incluso sobro ¡Y claro que sí! Cuando somos capaces de pensar en el otro, cuando salimos de nuestro individualismo, realmente ese compartir nos lleva a crear comodidad, nos hace mas felices y nos permite realmente dar un lindo testimonio de este Reino que va creciendo.

Jesús conoce entonces nuestro hambre, Jesús se da cuenta cuando tenemos sed porque su sed es mayor, nos quiere ayudar a cada uno de nosotros.

Pidamos entonces en este día sábado 15 de febrero, la gracia de tener un Corazón abierto, para poder compartir, para poder repartir todo aquello que hemos recibido de Dios es para ser dado a los demas y asi por su puesto su Reino va creciendo entre nosotros.

Que María, nuestra madre, entonces nos regale la gracia de tener un corazón misericordioso con nuestros hermanos.


 

Oleada Joven