Evangelio según San Juan 8,21-30

domingo, 6 de abril de
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Jesús dijo a los fariseos: “Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir”. Los judíos se preguntaban: “¿Pensará matarse para decir: ‘Adonde yo voy, ustedes no pueden ir’?”.

Jesús continuó: “Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: ‘Ustedes morirán en sus pecados’. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”.

Los judíos le preguntaron: “¿Quién eres tú?”. Jesús les respondió: “Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo”.

Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre.Después les dijo: “Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada”.

Mientras hablaba así, muchos creyeron en él.


Palabra de Dios



 


 Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

Queridos hermanos, queridos amigos, queridos muchachos y chicas, hoy leemos en el evangelio la discusión acerca del testimonio de Jesús, es decir, mucha gente, como hemos escuchado, como sabemos que dice este texto del evangelio, se preguntaba, se interrogaba, si realmente lo que Jesús decía era un testimonio de vida de el o si eran inventos y el nos dice que Él habla en nombre del Padre y que el Padre y El son una sola cosa y esto lo ha demostrado con su acto supremo de Amor cuando en la cruz, ya estamos caminando hacia la Semana Santa nos dice, les dice y le dice al Padre, “En tus manos entrego mi Espíritu, que se cumpla tu Voluntad”.


Dice el Papa Francisco, en su carta de cuaresma 2014, que a imitación de nuestro maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas, la miseria no coincide con la pobreza sigue diciendo, la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza, por eso el Papa nos habla de la miseria dando 3 tipos: La miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual.


La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana, privados de los derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, las posibilidades de crecimiento y desarrollo cultural, frente a esto la iglesia, dice el Papa, ofrece su servicio, su ayuda, por tanto es necesario que todos nosotros nos convirtamos a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir, desde ahí, agregó, podemos entender por qe esta discusión acerca del testimonio de Jesús y por que solo los pobres descubren que Jesús es el hijo de Dios.


Pidamos queridos hermanos un corazón pobre y humilde para poder descubrir que Dios nos Ama, que Dios nunca nos abandona, que el Señor está con nosotros.


Solo aquel que tiene el corazón vaciado de todo aquello que esta mal llenado puede tener lugar para que aquí el Señor testimonie eficazmente con su vida, con su ejemplo y con su palabra y podamos decir con alegría y decirnos que Jesucristo es el Señor, esto nos va hacer superar todas las adicciones a las cuales estamos muchas veces demasiado aferrados de todo tipo y que nos llevan a no ser felices, solo encontrando al testigo fiel del Padre, que es Jesucristo podemos descubrir que el Señor, por encima de todo, nos ama, nos busca, nos espera, y cuando se reencuentra con nosotros camina a nuestro lado.


Que el Señor los bendiga y los acompañe a todos ustedes.

 

Oleada Joven