Evangelio según San Juan 10,31-42.

domingo, 6 de abril de
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Los judíos tomaron piedras para apedrearlo. Entonces Jesús dijo: “Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?”.

Los judíos le respondieron: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios”.

Jesús les respondió: “¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses?
Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿Cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: “Yo soy Hijo de Dios”?Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre”.

Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos.Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se quedó allí.

Muchos fueron a verlo, y la gente decía: “Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad”.

Y en ese lugar muchos creyeron en él.


Palabra de Dios



 


P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María 

 

¡Hola queridos amigos y amigas de la Oleada Joven!

Ya estamos a las puertas de la Semana Santa, y los Evangelios de estos días y el Evangelio del día de hoy se vuelve un poco dramático. Jesús se enfrenta con la cerrazón de los fariseos pero también podemos decir que Jesús se enfrenta ante nuestra propia cerrazón del corazón.


Ante este Dios tan cercano, este Dios que se hace hombre, este Dios que se hace uno de nosotros, muchas veces nosotros igual que los contemporáneos en la época de Jesús, nos cerramos, queremos matar el Don, queremos matar el hijo, queremos matar la gracia. La entrada de la Semana Santa nos abre a la pregunta de cómo lo recibimos, como recibimos el Don.


La cercanía de la Pascua nos pone en el dilema de elegir: Dios llama, Dios ama, Dios da la vida por vos y por mí, Dios quiere tu libertad, Dios te quiere habitar, Dios quiere que camines en sus pasos. Y nosotros y vos ¿esta nuestro corazón, abierto a la novedad de esta Pascua que ya se viene o endurecido?

¡Que tengas una buena semana!

 

Oleada Joven