Evangelio según San Juan 6,30-35

lunes, 5 de mayo de
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La gente dijo a Jesús: “¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo”.

Jesús respondió: “Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo”.

Ellos le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan”. Jesús les respondió: “Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.


Palabra de Dios




 Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

 

Queridos jóvenes, queridos muchachos y chicas, “el que viene a mí, jamás tendrá hambre, el que cree en mí, jamás tendrá sed” nos dice Jesús en el evangelio de hoy.


Después de la palabra, es la palabra de Jesús la que nos interpela y nos reúne, la que nos llama, nos enseña, y nos invita, se trata de reconocer la presencia de Jesús. Así como a Cristo resucitado, algunos lo reconocieron antes, otros después, pero todos de una manera u otra creen en esta Pascua , porque todos sabían bien quien era el Señor, así también nosotros. Dios nos sigue alimentando, simplemente nosotros tenemos que debemos decir de corazón: “Señor, danos siempre de esta pan”


A través de los encuentro con Jesús, se empieza a constituir la Iglesia y para los cristianos, para la iglesia, la Eucaristía, la presencia del Señor en su cuerpo y en su sangre, como alimento y como objeto de adoración, es la fuente, porque, nos enseñaba el que hoy es San Juan Pablo II, que del misterio pascual nace la Iglesia, precisamente por eso la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia del misterio pascual, esta en el centro de la vida de los cristianos.


En cada encuentro que hay Eucaristía, hay Iglesia, está Cristo resucitado y hay gente resucitada, hay palabra, hay pan partido, hay Fe y hay amor. Hay comunión y hay entrega. Esto es la Iglesia y esto es la Eucaristía. Por eso cuando Jesús nos dice en el evangelio de hoy: “Les aseguro que no es Moisés que les dio el pan del cielo, mi Padre les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios, es el que desciende del cielo y da la vida al mundo”.


Cada vez que comulgamos queridos jóvenes, Jesús nos examina sobre el amor, nos encomienda la tarea, según sea nuestro amor, así también será la misión.


Señor danos siempre de este pan, por eso, nosotros estamos llamados, llenos de gozo por la presencia de Cristo resucitado, estar abiertos a las necesidades de nuestros hermanos, y esto es lo que hoy, la palabra de Dios nos insiste, y por eso, para poder vivir esta realidad, digamos con fe y con confianza : “Señor, danos siempre de este pan”

 

 

Oleada Joven