Evangelio según San Juan 6,52-59

lunes, 5 de mayo de
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Los judíos discutían entre sí, diciendo: “¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?”.

Jesús les respondió: “Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.


Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.

Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente”. Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.


Palabra de Dios




 P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María

 

¡Hola queridos amigos y amigas de la oleada Joven!


Seguimos masticando, seguimos escuchando el discurso del pan de vida en el Evangelio de Juan, entonces nos podemos preguntar: ¿de dónde nos viene la vida? Y sin dudas que la vida nos viene de Jesús, la vida que nos da Jesús nos viene de Él, Él nos introduce en su vida, esa vida no la conquistamos nosotros, es un regalo y ese regalo se nos da como alimento en la Eucaristía.


En la Eucaristía nos alimentamos de su vida y alimentarnos de su vida nos hace compartir su destino y su estilo de vida, alimentarnos de su vida es permitir que esa vida que es plena, que es fuerte, que vence a la muerte, que es remedio, que es energía de vida, que es dinamismo se haga una con nuestra propia vida.


La Eucaristía es el alimento verdaderamente saludable, alimentarse de Él es permitir que la vida de Él entre nosotros, redescubrirlo, ese sería el desafío. Redescubrir la Eucaristía como alimento de vida plena.


¡Que tengas una buena semana!

 

Oleada Joven