Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
Hoy Jesús envía a sus Discípulos y les advierte de las dificultades de la vida pastoral, de la dificultad de la misión, precisamente esta dimensión de persecución que tiene ser de Cristo y nos regala como un principio, como una máxima, “sean astutos como serpientes y mansos como palomas”.
Nosotros podemos pensar en la jerga argentina, esto de ser astutos significa esto de la viveza criolla , pero en vez de usar la viveza criolla para engañar o para el mal, debemos usar esta viveza criolla para el bien, para el Evangelio, para evangelizar a tiempo y a destiempo como nos enseña San Pablo, para evitar el mal siendo inteligentes.
Es decir, El Señor quiere que sus discípulos sean despiertos, sean mansos, no violentos pero despiertos, astutos, como decimos nosotros, “vivos” pero no el vivo que busca el mal o busca engañar, sino aquel que es vivo para encontrar la oportunidad para el anuncio de Cristo, la viveza criolla, la astucia para el bien, para el Evangelio. Parece una contradicción pero no lo es.
¡Que tengas una buena semana!