Jesús hizo a sus discípulos esta comparación: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo?
El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro.
¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo’, tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.”
Palabra de Dios
P. gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
Hoy Jesús nos hace una pregunta para nuestro caminar, que nos interpela, como siempre ¿Puede un ciego guiar a otro ciego, no caerán los dos en un pozo?
Sin duda que en el tiempo de la adolescencia es fundamental ser acompañados, en el tiempo de la juventud, para poder delinear nuestro proyecto de vida, se hace primordial ser acompañados.
Que importante entonces es que este mensaje primero, los jóvenes lo podamos y lo puedan recibir: ser acompañados, pero no cualquiera puede acompañar.
Lo segundo es a los adultos, un llamado a ser adultos. Los jóvenes necesitan que los adultos no seamos ciegos, que les ayudemos a ver. No que veamos por ellos o que caminemos por ellos, sino que les ayudemos a ver para que cada uno desde su libertad, iluminado por el Señor, pueda elegir su proyecto de vida.
Ojala entonces que no seamos ciegos y que no guiemos para caer en un pozo.
¡Que tengas una buena semana!