Una mujer decide donar vida a una niña de 2 años que no conocía

martes, 6 de mayo de
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Ésta es la historia de Christy Harding, un mujer de Florida, EEUU que decidió donar un órgano a Arianna, que vive en Minnesota, a 2400 kilómetros de distancia para salvar su vida. Un gran acto de amor, que se dio gracias a un encuentro fortuito en Facebook.

 

Un buen día, Harding se topó por accidente con una página de Facebook que solicitaba ayuda para tratar a una niña de 2 años que sufre de un extraño desorden genético que afecta a sus riñones. Por alguna razón, la imagen de la pequeña Arianna Moore conmovió a Christy, que sintió que tenía que ayudar. ¿Qué hizo? Llamó al Hospital de Niños de Minnesota donde la pequeña de dos años está en tratamiento y ofreció su ayuda. Necesitamos un riñón, fue lo que le dijeron.

 

Suerte o no, Harding resultó una correspondencia perfecta para Arianna. Aún siendo una desconocida que vive en la otra punta de Estados Unidos, la mujer de Florida sintió la necesidad de aportar para salvar la vida de la niña. Por eso, decidió viajar a Minneapolis para donar uno de sus riñones a Arianna. “Tengo una hija de dos años, y probablemente ese sea uno de los motivos más importantes”, explicó Harding, sobre su decisión. “Cuando lo hablé con mi marido, entendimos que si esto le pasara a nuestra hija querríamos que todo el mundo intentara salvarla”.



Diagnosticada con una esclerosis mesangial difusa al poco tiempo de nacer, Arianna ha atravesado diálisis todos los días, unas diez horas diarias. Hasta el momento, no había donantes potenciales que fueran compatibles con ella, ni siquiera sus parientes cercanos. Es por eso que su familia apeló a Facebook para encontrar a alguien que pudiera ayudarlos, y el destino quiso que fuera Harding, que es absolutamente compatible con la pequeña. Parece un milagro, ¿no?

 

“Christy me mandó un mail y me dijo que me quedara tranquila, que ella iba a donar”, comentó Ashley Booth, la madre de Arianna. “Me largué a llorar mientras leía su mail, me pareció una locura. Y no puedo más que echarme a llorar de agradecimiento cada vez que lo pienso”. Es sin dudas una historia emocionante, que nos devuelve la fe en la humanidad y en el amor hacia un extraño.


Fuente: Buen Diario

 

Oleada Joven