Los caminos para volver a integrarse a la sociedad para las personas, luego de dejar la penitenciaria son, muchos. El Estado intenta abrir algunos. Uno de ellos consiste en que los presos aprendan un oficio que les permita salir de su situación de encierro habiendo aprendido a crear.
Así, son muchos los productos que se realizan en las cárceles mendocinas. Objetos en madera, parrillas, adornos y canastos de mimbre, entre otras opciones, constituyen el catálogo de productos que llevarán impresos la marca Eme, creada por los mismos internos cuyas siglas quieren decir: enmendando mis errores.
“Llevarán la marca los productos elaborados en la unidad de producción penitenciaria que capacita a las personas privadas de la libertad en herrería, alfarería, tonelería, carpintería y mimbrería, entre otros”, dijo Romina Ronda, subsecretaria de Justicia de la provincia, agregando que estos productos, al igual que los anteriores sin marca, serán vendidos en el salón de ventas de cada penitenciaría.
Cabe aclarar que en este proyecto de creación también participaron los internos que trabajan para ocho empresas privadas dentro de la penitenciarias de Boulogne Sur Mer, San Felipe y Almafuerte. La creación de la marca Eme tuvo un largo proceso hasta su elección definitiva. “Desde el año pasado los trabajadores comenzaron a pensar en los talleres de expresión distintos nombres para elegir la marca”, dijo Ronda.
Por su parte, Juan Pablo Rodríguez, jefe de la Unidad de Producción Penitenciaria (UPP), explicó que en el proceso participaron 470 trabajadores en conjunto con la subsecretaría de Información Pública. “Fue un proceso que se realizó en los talleres para involucrar a los trabajadores en el diseño de la marca. De esos talleres surgieron una serie de propuestas y a partir del consenso fue que se eligió Eme, la definitiva”, explicó Rodríguez, subrayando que fue la propuesta del taller de herrería de San Felipe la ganadora y que la idea es que los internos de allí reciban un premio por haber sido los creadores de la mejor idea.
La respuesta de ellos, una vez mostrada la propuesta ganadora, no se hizo esperar. Hace dos semanas que fue presentada y, si bien algunos se sorprendieron, la mayoría admitió que era la mejor creación para estampar en los productos que luego salen a la venta. “La idea es registrarla y empezar a que la gente la identifique como productos provenientes del servicio penitenciario. Son productos que tienen, verdaderamente, mucha calidad y esta es una iniciativa robusta, fuerte, que queda para toda la vida”, aseguró Rodríguez.
Hace unos días, se informó que los internos de distintas penitenciarías de la provincia elaborarían barricas para vino que luego formarán parte de una promoción a nivel nacional del vino argentino. A través de un convenio con el Instituto Nacional de Vitivinicultura, los habitantes de las cárceles fabricarán barricas, que también llevarán la marca Eme, para Bag in Box, una modalidad para contener vino que busca difusión en las mesas argentinas.
Reciclando barricas de 225 litros donadas por las bodegas y que se encuentren fuera de uso, la idea es transformarlas a esta versión más pequeña – de diez litros- y entregarlas de manera gratuita en los restaurantes para que sean usadas en la venta de vino por copas.
“Esta idea incluye la formación de personas en situación de encierro en un rubro muy necesitado y del cual hay muy pocas personas que trabajan en el oficio”, dijo Ronda agregando que los internos que aprendan a construirlas probablemente tengan una rápida salida laboral que los dignifique, incluya y que además permite disminuir los niveles de reincidencia. En el futuro, también se piensa que la capacitación de los internos servirá para que puedan elaborar barricas grandes para las bodegas de Mendoza.
Fuente: el Buen Diario