Santa Clara, virgen, memoria obligatoria. El encuentro con San Francisco cambiaría el curso de su vida. Alentada por el ejemplo del probrecillo de Asís, dejó todo por seguir a Cristo. Fundó las Clarisas, orden que respeta el espíritu y tradición franciscanos.
El desprendimiento con el que vivió San Clara de Asis es ejemplo de virtud y fidelidad. Su vida fue de gran austeridad, pero rica en obras de caridad y de piedad.
De ella nos dice el Papa Alejandro IV que fue un alto candelabro de Santidad cuya luz acudieron y acuden muchas vírgenes para encender sus lámparas. La rama femenina de los franciscanos también llevó a que muchos se acerquen a ella como modelos de santidad y descubran que la Santidad es la vocación a la cual estamos llamados en primer lugar.
Te pedimos Señor la gracia de ser constructores de paz y de unidad.