Consciente de que es tu hora,de que te entrego,que te traiciono,sabiendo que te niego,que te azoto,que no te creo…Aún así, me buscas.Me esperas,me invitas a cenar con vos.
Aun sabiendo que mi carne, Señor,es débil, que mi fe se quebranta, que muchas veces no te entiendo, que soy pecadora…Aun así, me amas.
¿Cómo no seguirte? ¿Cómo no ir con vos hasta el final? Si en vez de juzgarme, te pones a mi altura y me miras con misericordia y ternura. ¿Cómo no amarte? Si vos me amaste primero. Y hasta el final.
Mi alma,en esta noche, se queda velando con vos, Jesús.
Quiero dejarme mirar por vos, quiero dejarme lavar los pies,quiero aprender a servir aun en el dolor. Aun en el temor, como vos lo hiciste.
Quiero, Jesús, abrirte mi corazón y que te quedes para siempre en El.
Quiero que en mi debilidad, tu Cuerpo y tu Sangre, sean mi fuerza, mi motor, mi única esperanza.
Karen Guigues