(De mi blog www.sencilloyescondido.com.ar)
Despues de un tiempo de idas y venidas (y de escribir en otras partes) he vuelto a este lugar que nació con el propósito de compartir reflexiones, experiencias y porque no, de tratar entre todos de crecer como personas y llegar al encuentro con Dios.
Y justamente, hace unos días, pensando en volver a escribir, se me vino a mente algo que pensaba a partir de una canción (que les dejo al final), que “Dios a veces escribe sobre la arena”.
¿Qué significa esto? Uno cuando escribe sobre lo arena, obviamente sabe que en algún momento la marea, el viento, las olas y el paso del tiempo harán que eso que escribimos desaparezca y no quede rastro. Cuando pienso en que Dios escribe sobre la arena, me imagino que allí pone todas las cosas que quizás no nos hacen sentir orgullosos; y así, sobre la arena, se escribe, pero se va, desaparece, como para arrancar todo de nuevo.
Y es cierto, volveremos a cometer errores, pero Dios escribe sobre la arena para que con el tiempo desaparezca, siempre y cuando nosotros aceptemos ese perdón, o como dirían algunos paisanos argentinos, nos de ese “changui” para poder arrancar de nuevo.
Debemos aprovechar eso, no para hacer lo que queremos ‘total Dios nos perdona’, sino para cumplir con eso que Jesús nos pide: “Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.” (Mt 5, 48)Nosotros debemos también aprender a escribir algunas cosas sobre la arena, las cosas que nos atan, que nos hacen mal. También aquellas cosas que quizás no nos caen bien de los demás. La misericordia que Dios tiene con nosotros, es signo de ese amor tan grande que no podemos entender… y creo que no hace falta entenderlo, sino aceptarlo. Dios nos ama con todo lo que somos.
Así nosotros debemos hacer que nuestro amor trate de ser ‘como el del Padre’, donde podamos ver mas allá y poder decir que escribiremos en la arena todo el mal que nos hicieron. Y al amar, podremos también perdonar. Se que no es fácil, por eso, perdonar es uno de los actos de amor mas grande que podemos tener con alguien.
Y por ultimo, podrás perdonarte a vos mismo también. ¿Cuantas veces nos echamos abajo por nuestras debilidades, por nuestros errores? “Ama a tu prójimo, como a TI mismo”, sepamos perdonarnos y dejar que Dios nos perdone.
Aprendamos a escribir en la arena, para olvidar los enojos, sanar las heridas y “pa’ que suba la marea y [nos] limpie este despiste”