Tiempos de exámenes

martes, 11 de noviembre de
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Los exámenes se aproximan. Y junto con ellos, es común que te invadan el desánimo y las preocupaciones.

 

Cuando descubrís que entender la teoría es más difícil de lo que pensabas, cuando sentís que no avanzás en la lectura o cuando sos consciente de lo exhaustivas que se volverán las horas de estudio, el desaliento gana y te sientes vencido. Vencido por los nervios de saber que los finales se acercan, vencido por el miedo al fracaso, por las presiones de quienes esperan lo mejor de vos, vencido por la tentación de salir con amigos o dormir en lugar de estudiar, vencido por la falta de voluntad para hacer sacrificios. 

 

Pero como estudiante, estás invitado a observar estos tiempos de exámenes desde otra perspectiva. Estás llamado a observar cada problema en el estudio como un motor de conocimiento y cada instancia evaluativa como un momento de aprendizaje ¡Si podés gozar del derecho y privilegio de estudiar, alégrate y asume con entusiasmo el compromiso que ésto significa!

 

 

El papa Francisco nos dijo: “(…) comprométanse en su deber cotidiano, en el estudio, en el trabajo, en la relaciones de amistad, en la ayuda hacia los demás. Su futuro depende también del modo en el que sepan vivir estos preciosos años de la vida. No tengan miedo al compromiso, al sacrificio, y no miren con miedo el futuro; mantengan viva la esperanza, siempre hay una luz en el horizonte.”

  

Así, Francisco te alienta a caminar hacia los finales con pasos comprometidos y a no temer al sacrificio. Postergar unos días las reuniones con amigos, apagar el celular durante las horas de estudio, no conectarte a través de las redes sociales, significa respetarte a vos mismo como estudiante. Porque luego del sacrificio, viene la inigualable gratificación del objetivo cumplido y del haber aprendido. Y en serio vale la pena todo el esfuerzo.


 

 

¿Pero qué sucede si aun así, a pesar del esfuerzo, no apruebas los exámenes?  Es casi inevitable sentir que has fracasado. Sin embargo, Madre Teresa de Calcuta dijo una vez a sus hermanas: “Ningún fracaso las desanimará, mientras tengan clara conciencia de haber hecho aquello que estaba a su alcance”. Si has hecho todo lo que estaba a tu alcance y a pesar de ello los resultados no fueron los esperados, no te dejes vencer. Porque “las grandes obras no fueron hechas por la fuerza, sino a través de la perseverancia” (Samuel Johnson). 

 

Además, el papa Francisco te dice: “Dios es muy bueno y aprovecha nuestros fracasos para hablarnos al corazón.” Dios te acompaña en estos tiempos con Su paz reconfortante y Su amor, por eso, dedica un tiempo y un espacio sólo al encuentro con Él. Puedes confiarle todos tus temores y preocupaciones para que los sustituya por aquello que andas necesitando y para que te guíe en el estudio con pasos comprometidos.

  

No estudies mucho sólo para obtener buenas calificaciones, sino también, y ésto es lo importante, para saber cada día un poquito más y así poder ser una persona más útil al servicio de los demás. Que tu estudio sea un acto realizado con amor.

 

Sofía Passetti