Conócete a ti mismo

domingo, 6 de abril de
image_pdfimage_print

Queremos amar de verdad, conozcámonos primeramente a nosotros mismos. Muy sabias son aquellas palabras tan conocidas de Sócrates: “conócete a ti mismo”. Él se había empeñado apasionadamente en esta tarea de conocerse. En cierta ocasión un filósofo sofista comenzó a decir públicamente que aquel hombre aparentemente tan lleno de virtud estaba lleno de orgullo, de sensualidad, de pereza. Todos sus discípulos defendieron al maestro, pero aquél sabio expresó: “él tiene razón, yo tengo todos estos defectos; es verdad que estoy luchando para superarlos y por eso no se perciben exteriormente, pero ellos están dentro de mi”

Quien no se ama a sí mismo carece de libertad interior, ama a los que lo aman y no sabe amar a aquellos que no le caen simpáticos o le han producido alguna herida. Muchas veces, nuestros grandes fracasos afectivos son causados por el olvido de que el único que nos puede amar de un modo incondicional es Dios, uno en tres personas. El ama sin interés, con todos los atributos divinos, omnisciencia, omnipresencia, con un amor tan infinito, que llena toda soledad y plenifica todo amor. El hombre llega a gustar el amor cuando ha descubierto que el amor se hizo carne, que tomo su naturaleza y que por amor a él se entregó hasta dar la vida sin pedir nada a cambio.

 

Pbro. dr. Jorge A. Gandu

 

Oleada Joven