Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?”.
Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”.
P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María – Córdoba
Este tiempo de Cuaresma que empezamos a transitar juntos.El miércoles de ceniza, tiempo de conversión, tiempo de volver a Dios.
Hoy nos encontramos con el relato de la conversion de Mateo y al final del texto dice Jesús: No son los sanos que tienen necesidad de médicos sino, los enfermos. Y esta es la clave en este tiempo de Cuaresma, para experimentar la Pascua, experimentar la vida nueva de la misericordia de Dios.
Sentirnos enfermos y necesitados de Dios, saber que no sabemos todo, digamos que hay sectores de nuestro corazón que necesitan ser renovados, de salud , de humildad y de decir, Señor, no puedo, no me sale, esto me supera, quiero cambiar.Esa es la actitud con la que debemos transitar este tiempo hermoso que la Iglesia nos regala.Conviertete y cree en el evangelio.
¡Que tengas un hermoso fin de semana!