Evangelio según San Lucas 11,14-23

miércoles, 7 de marzo de
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Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: “Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”.

Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.

Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

 

Palabra de Dios

 

 


P. David Pintos sacerdote de la Diócesis de Tucumán

 

 

 

El estar con el Señor, estar con Él, estar con Jesús. Es una de las cosas más principales que tenemos que tener siempre presente, tener siempre en cuenta. El Señor en el Evangelio muchas veces nos pide que estemos con Él, desde el principio nos dice que llamo para que estuvieran con Él y ,estando con Él, enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios. Su palabra también nos dice muchas veces que permanezcamos con Él diciéndonos “Sin mí no podes hacer nada” o “Si Uds permanecen en mí y yo en Uds pidan lo que quieran y lo tendrán”.


Y hoy en el Evangelio el Señor nos dice “El que no está conmigo está contra mí…” Es muy fuerte lo que nos dice pero muy real.


Jesús es claro. Cada uno de nosotros ¿considera que está con él? Mis actitudes, mi forma de pensar y actuar ¿demuestran que estoy con él? Las opciones que tomó siempre ¿son reflejos de mi unidad con el Señor?


Aprovechemos el tiempo de Cuaresma para meditar sobre esto: Estar con Él. Lo que significa, lo que implica, los frutos que se derivan de estar con el Señor. Es una gracia que todo el tiempo deberíamos pedir a Dios, estar con Él.


Que tengan una bendecida jornada.

 

 

 

Oleada Joven