Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”.
Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: “¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?”. Ellos le respondieron: “Sí, Señor”.Jesús les tocó los ojos, diciendo: “Que suceda como ustedes han creído”.Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: “¡Cuidado! Que nadie lo sepa”.
Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.
Palabra de Dios
P Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María
¡Hola queridos amigos y amigas de la Oleada Joven!
Hoy nos encontramos con dos ciegos, que siguen gritando a Jesús, que le suplican; y Jesús que les hace una pregunta muy interesante:¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?
Jesús a nosotros nos pregunta ¿creen que yo puedo hacer lo que me piden? Y, ¿Qué le pediremos al Señor? que podamos ver nosotros también, que podamos abrir los ojos del corazón y la mente, en esta tercer semana que nos ha pasado, sobre todo por lo vivido en Córdoba, pero que nos hiere a todos, que podamos mirar profundo, no un mirar chiquitito o un mirar miope.
Le pedimos que podamos poner calma, que podamos ser solidarios con los demás, que podamos pensar de verdad en el bien común. Le pedimos que podamos ver, desde la Fe, ver creyente.
Que podamos ser portadores de los valores del Evangelio en este tiempo de crispaciones, de enfrentamientos, y de muchas posturas egoístas. Le pedimos que los jóvenes, amigos de Jesús, podamos, y ustedes queridos jóvenes puedan, de verdad ser transformadores de esta realidad que más que nunca espera la venida de la luz, de la paz, y del amor que no es otra cosa que Jesús de Nazaret, el Dios Niño, el Dios resucitado.
Señor que podamos ver, sabemos que tú nos das luz, sabemos que tú nos regalas tu mirada, una mirada esperanzada aun en medio del caos y de las tinieblas.
¡Que tengan una buena semana!; y que seamos portadores de paz.