Evangelio según San Juan 10,31-42

martes, 20 de marzo de
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Los judíos tomaron piedras para apedrearlo. Entonces Jesús dijo: “Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?”. Los judíos le respondieron: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios”.

 

Jesús les respondió: “¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes son dioses? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada- ¿Cómo dicen: ‘Tú blasfemas’, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: “Yo soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre”.

 

Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos. Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se quedó allí. Muchos fueron a verlo, y la gente decía: “Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad”. Y en ese lugar muchos creyeron en él.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


P. Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

 

 

¡MUCHOS CREYERON EN ÉL!

De eso se trata nuestra vida de Fe, nuestro seguimiento a Jesús, este aspecto fundamental:

Tener Fe. Tener Fe en Jesucristo, en su persona. Y sin dudas esto nos conduce al Padre.

Hablando del Padre, los judíos, estos judíos que no lo querían, no todos, pero Jesús tenía unos cuantos enemigos y uno de los motivos, es que NO RECONOCEN cuando El viene a hablar del Padre. Porque hablar de “Su Padre” implica decir que Él es el Hijo Amado, el Hijo querido y por lo tanto allí comienzan los problemas, le quería arrojar piedras a Jesús por querer hacerse Dios.

No reconocen la identidad de Jesús.

No reconocen al Padre.

Y por lo tanto se pierden del Reino, esta gran promesa que Cristo nos ha hecho a cada uno de nosotros que es sin duda la vida eterna. Intentan detenerlo a Jesús, se les escapa de las manos ¡No tiene Fe! Que a nosotros no nos pase lo mismo, que este tiempo de cuaresma, previa etapa a poder celebrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, nos permita convertirnos de corazón, permita tomar conciencia de que, si no tenemos Fe, esa Fe que nos ha sido regalada en el bautismo, no vamos a llegar muy lejos, no se trata de cumplir, se trata de vivir a través de este don tan grande, esta virtud teologal que es la Fe.

Que el Señor engendre en nosotros, nos siga sosteniendo, esa Gracia necesaria para creer, para creerle a Jesús, para poder contagiar también a otros esa Fe que hemos recibido en el día del bautismo y que a través del sacramento la confirmación, nos ha permitido ir tras las huellas del Señor.

 

Oleada Joven