Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.
Y decían entre ellas: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?”. Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho”.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María – Córdoba
Hoy , sábado Santo la Iglesia espera desde el corazón herido de María, la resurrección de Jesús. Hay dicho que se dice entre nosotros que: El que espera desespera.La espera está inundada de esperanza y la certeza de que el Señor está vivo.
En este sábado Santo,nos unimos a tantas esperas, a tantos momentos de la vida personal, familiar y comunitaria.
Es que, parece que la muerte , vence y que el mal triunfa sobre el bien.
La certeza que portamos y tenemos los seguidores de Jesús es que, la espera está llena de esperanza y que el triunfo definitivo es la resurrección.
¡Feliz Pascua para todos!