Ser Cuidado

domingo, 29 de septiembre de
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“Por encima de todo, cuida tu corazón, porque de él brota la vida “ Prov. 4,23


Esta invitación me es compañera de vida desde hace ya muchos años…me sitúa en el secreto de “aprender a vivir”, de que la vida en toda situación y edad “cante vida”. Es la puerta escondida por la que se me cuela y se aviva el deseo de Jesús: “he venido para que tengáis vida, una vida abundante”.

Y como toda intuición, nacida de las fuentes de la Vida , no se agota… se despliega ahondándose hacia dentro y derramándose hacia fuera, en un único movimiento expresado en la Bienaventuranza de Jesús: “ felices los limpios de corazón porque ven a Dios”


Tratando de “cuidar mi corazón” he ido comprendiendo que ese deseo profundo se realizaba en la misma medida que aceptaba mi propia realidad limitada, la de los demás, la de la historia y la creación… gimiendo en dolores de parto hacia la LUZ. Poco a poco he ido “sabiendo” que mi actividad en el cuidado es sólo la apertura confiada a “dejarme cuidar” por el Dios Vida- Amor a través de todos los aconteceres y personas de la vida.


El corazón, símbolo del centro hondo de la persona… es el lugar de transparencia, de comunión porque es la casa siempre habitada por el Misterio del Dios Vida… en quien vivimos, nos movemos y somos. Aunque permanezcamos distraídos e inconscientes, somos cuidados por el CUIDADO (otro nombre del Espíritu de Jesús) que nos habita y al comenzar a “entendernos así” vamos siendo lenta, y silenciosamente transformados en cuidadores de la vida… No por nuestros actos explícitos de cuidado, sino porque las fuentes de la vida se van abriendo paso sin pedirnos permiso, sin que nos podamos apoderar de ellas…




El cuidado de Dios, la fuente de vida se nos regala a través de toda su obra creadora que nos desea encontrarnos despiertos en cada momento y en toda situación: en la lluvia, las flores, el sol, la cima de un monte, la mar… en la mirada de un niño, en una sonrisa regalada en la calle, en una caricia, en un gesto de ternura, en quien con su ser nos dice que nos necesita, en ser acogidas…en que sea posible convivir, trabajar con otros… en la alegría y belleza , en el llanto y el desamparo, en la música, la poesía…


El cuidado es Dios Misterio llegándonos, encarnándose en tantas formas … y sin embargo todas irradian una misma luz que brota de una única fuente… y se hace gesto de ternura, atención a la vida, gratuidad, asombro, sencillez y cercanía…confianza , bondad…entrega desinteresada, compasión, cariño,

Es Jesús lavando los pies a sus discípulos, es la mujer que rompe el frasco de alabastro sobre Jesús, entregándose entera…

Es el reconocimiento, sin nombrarlo, del SER CUIDADO, que sólo necesita que le dejemos obrar en nosotros.

 

Fuente: rscj.es Autor: Marriado Górriz rscj

 

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