Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios. Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir”.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María
Hoy en evangelio de Lucas, Jesús nos invita a tener coraje, a tener valentía y animarnos a dar testimonio del reino y de su persona en el mundo, aunque muchas veces nos cueste metafóricamente la propia vida.
Testigo viene de la palabra Mártir, es aquel que está dispuesto a dar la vida por Jesús. Solo es posible dar la vida por Jesús si nos abrimos a la acción del Espíritu Santo en nuestros corazones. Precisamente ese es el único pecado que dice el evangelio, que no puede ser perdonado la blasfemia o el pecado sobre el Espíritu Santo.
Es por la acción del Espíritu por la que nosotros podemos de verdad dar la vida y dar testimonio. ¡Bendecido fin de semana!