Siguiendo tu palabra, Señor,
a lo largo de la historia muchas personas dejaron sus seguridades y comodidades y se arriesgaron a iniciar un camino nuevo.
Siguiendo tu palabra, Señor, sólo tu palabra fue para ellos camino y puente, orientación y luz, fundamento y seguridad.
Siguiendo tu palabra, Señor, los profetas anunciaron la palabra que Tú les encomendaste aun cuando nadie quiso escucharlos.
Siguiendo tu palabra, Señor, María dijo su sí en la mañana de la anunciación y en la noche de la cruz.
Siguiendo tu palabra, Señor, los testigos de la fe se pusieron en camino y se dejaron conducir por Ti a donde no querían ir.
Perdieron su vida para encontrarla nuevamente en Ti.
Siguiendo tu palabra, Señor, no me permitas ser sordo a tu palabra. Amén.
Marcella Welte