No al aborto.

miércoles, 21 de febrero de
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Gracias le doy a mi madre que no me aborto, ella me dio en adopcion porque no podia mantenerme, no tenia para darme de comer ni para vestirme y tomo esa decision que sin duda le dolio y ese dolor la acompaña hasta el dia de hoy, pude verlo en sus ojos cuando la conoci a los 21 años. 

Le doy gracias porque ella me tuvo primero y despues consiguio que alguien me adoptara, es decir, sabiendo en la condiciones de pobreza en las que me iba a tener y sin saber si alguien iba a poder adoptarme, decidio tenerme igual.

Mi mama me dio la oportunidad de vivir, me dio la oportunidad de crecer, de aprender, de llorar, de reir, me dio la oportunidad de conocer el amor, de dar mi primer beso, de enamorarme por primera vez y tambien de sufrir por amor.

Gracias a mi madre yo puedo ver un amanecer, puedo abrazar y sentirme amado. Gracias a que ella no me nego la vida puedo estar aca defendiendola y gritar NO AL ABORTO, porque no es la solucion, no lo queres ? tendras tus motivos, pero no le niegues la oportunidad de vivir, dalo en adopcion. Por experiencia propia te puedo decir que la vida de una persona que fue adoptada no es facil, asi como otras personas tiene otras historias dificiles, esta tambien es una de ellas, y si, tiene sus cosas, vas por la vida con un bajo autoestima, con la etiqueta del “adoptado” o del “abandonado”, preguntandote una y otra vez porque te paso esto a vos y mil cosas mas. Si, se sufre mucho, pero experimentar el dolor no es malo, porque cuando tocas fondo es cuando podes volver a empezar y yo puedo decir que sali adelante, puedo decir que gracias a que mi mama no me aborto experimente el dolor pero tambien la alegria de saber de que estoy vivo, que gracias a ese acto de VALENTIA pude conocer a mi familia adoptiva que hizo todo para que no me falte nada.

Simplemente escribo esto para decirle gracias a mi vieja, por no tomar ese camino e ir por otro y dejarme vivir.

 

                                                                                                         Dios te bendiga,

                                                                                                         Juan Cruz Marghetich.

 

Juan Cruz Marghetich