¡PENTECOSTÉS en mi casa!
–Hechos 2:1– Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
Que El Espíritu Santo te “agarre” así: Reunido en tu casa, con tus seres queridos, con tu familia. Que hermoso, que vos, con tu Sí, como en su momento fue el turno de María, cuando el ángel le anunció que sería la madre de Dios, ahora vos, le digas SÍ al Espíritu Santo en esta transformación silenciosa: en tu casa, en tu barrio, en tu grupo de escuela.
¿Recordas a los payasos Gaby, Fofó y Miliki ? Ellos cantaban una canción preciosa que decía así: No hay nada más lindo que la familia unida atada por los lazos del amor Sentir palpitar la misma sangre sentir que es uno solo el corazón
Y quién sino Dios para mantenernos unidos. Pero Dios no nos deja solos en esta tarea, ¡TRANQUILO! que para eso bajó el Espíritu Santo. Para guiarnos. Para decirnos por donde debemos andar, cual es el camino correcto. El Espíritu Santo es Él quien nos hace reconocer que Jesús «Es el Camino, la Verdad y la Vida». –Jn 14:6–
El mismo Cristo nos lo dijo, solo que en su momento no lo entendimos: Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.–Jn 16:12;13–
Entonces, confiemos en Dios Padre, en Cristo Dios y en el Espíritu Santo que es Dios. Un solo Dios pero Trino, 3 Divinas Personas, que unidos entre sí, como una gran familia celestial, nos quiere ver así: Reunidos en el mismo lugar, orando en los momentos de alegría, de necesidad, “como nos salga” Con Dios, la mejor oración es la que nos salga del corazón. Que hermoso que esta semana podamos vivir un: ¡Pentecostés en mi casa!
Fuente: http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM