Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. El les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.
Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Palabra de Dios
Hoy el evangelio nos presenta un episodio de la vida de Jesús y sus discípulos.
Nos ayuda a pensar en la necesidad de los tiempos de descanso de nuestra vida.
Jesús estaba tan abocado con su tarea evangelizadora con sus discípulos que no tenía ni tiempo para comer.
Por eso buscaron un tiempo para estar solos, un tiempo de descanso, que luego se vio interrumpido por la gente que lo necesitaba.
Más allá de que Jesús renuncia a su tiempo de descanso para atender a esta gente que estaban como obeja sin pastor, vemos que es importante que es, tomarnos un tiempo de descanso.
Saber tomarnos un tiempo para retirarnos de la actividad cotidiana para encontrarnos con nosotros mismos, con el Señor y para compartir.
Dios trabajo seis días en la creación y el séptimo fue de descanso.
Hay un ritmo que debemos respetar si queremos vivir plenamente.
“El descanso es un regalo de Dios, para tomar fuerzas en nuestros trabajos cotidianos”.
¡Que tengas un hermoso fin de semana!