Evangelio según San Marcos 12,35-37

jueves, 8 de junio de
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Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: “¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. Si el mismo David lo llama ‘Señor’, ¿Cómo puede ser hijo suyo?”. La multitud escuchaba a Jesús con agrado.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


P. Nicolás Retes sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

 

El Evangelio de hoy, si bien breve, queridos amigos de Oleada Joven, nos presenta esta idea de la expectativa mesiánica que hay sobre la persona de Jesús.

Mesías, como hijo de David. Pero otra es la idea que tiene Jesús del reino.

No es un reino que se imponga por la fuerza.

No es un reino que crezca justamente a través del proselitismo, sino, el reino de Jesús crece siempre en lo pequeño, es como esa pequeña semilla que se ha sembrado en los corazones y que a su tiempo da fruto abundante.

Por eso, el Señor nos invita realmente a que tengamos una concepción del reino de los cielos distinta, un reino que crece en o pequeño, un reino que se construye en el amor, donde cada pequeño gesto vale.

No se trata aquí de simplemente de venir de tal o cual lugar y pensar en un mesianismo político que cambie el poder de ese momento.

Sino que, el reino de los cielos que Jesús viene a anunciarnos aquí en la tierra y que luego se extenderá finalmente en el cielo, en su plenitud, se construye de otra forma.

Las estructuras humanas no llegan a comprender como este reino crece, sin embargo, llevamos más de 2mil años de Iglesia y el amor de Cristo sigue siendo anunciado, el evangelio, la Palabra de vida en todos los continentes.

Pidamos nosotros también, poder sumarnos a esta gracia transformadora del evangelio y no cansarnos de anunciar la buena noticia de Jesús.

 

 

Radio Maria Argentina