Evangelio según San Lucas 6,1-5

viernes, 8 de septiembre de

Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían. Algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?». 

 

Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?».  Después les dijo: «El hijo del hombre es dueño del sábado». 

 

Palabra de Dios

 


 

P. Gustavo Gatto  sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

En este pasaje donde los discípulos arrancan espigas el sábado y dónde Jesús dice, que el hijo del hombre es también dueño del sábado.

 

Es una invitación a dejar que Jesús sea el Señor de nuestro corazón y desde ese señorio vivir en verdadera libertad como hijos de Dios.

 

Cuando Jesús toma las riendas de nuestras vidas, vivimos una libertad plena y esa libertad nos hace servidores. Disponer de nosotros para el servicio a los hermanos.

 

¡Bendecido fin de semana!

 

Oleada Joven