Evangelio según San Lucas 10,17-24

viernes, 6 de octubre de
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En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron llenos de gozo y dijeron a Jesús: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”. 

 

El les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. 
No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”. 

 

En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. 

 

Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. 

 

Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!”. 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Hoy 7 de octubre, nos unimos a todas las comunidades que celebran a la Virgen del Rosario. Le pedimos a María que interceda por nosotros, que nos cuide y nos proteja.

 

 

El evangelio de hoy , es una invitación a la alegría de ser amigos de Jesús; a la alegría de poder anunciar su nombre y es una invitación a la gratitud, porque el Señor nos ha revelado los secretos del corazón del Padre. 

 

 

Solo los pequeños de corazón pueden recibir los secretos del Padre y anunciarlo con alegría.

 

 

¡Que tengan un hermoso día de la Virgen y un bendecido fin de semana!

 

 

Oleada Joven