Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
“Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: ‘Déjale el sitio’, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate más’, y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María
En el evangelio de hoy, Jesús nos invita a tener una actitud de humildad, que no significa tirarse a menos y tampoco no reconocer las propias virtudes sino, no hacer las cosas por apariencia.
En un mundo competitivo e individualista, el evangelio nos invita a encarnar estos valores del servicio y de ponernos siempre al servicio de los demás.
¡Bendecido fin de semana!