Evangelio según San Lucas 17,7-10

lunes, 13 de noviembre de
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El Señor dijó: 

 

«Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: ‘Ven pronto y siéntate a la mesa’?  ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después’? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? 

 

Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: ‘Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’.» 

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

 

Nuevamente la palabra del Señor sale a nuestro encuentro como esa luz en el camino para guiarnos, mostrarnos el verdadero modo de vivir, en este día nos relata el Evangelio  claramente esta escena de Jesús con sus discípulos, que aparece como maestro enseñándole a sus discípulos con ejemplos concretos, de un servidor que está trabajando en el campo, cuando vuelve su jefe le pide que prepare la comida, sin embargo,este servidor viene cansado, obedece al pedido de su Señor, Jesús termina con este evangelio con unas palabras que tienen que ser inspiradoras así también ustedes cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan somos simples servidores, no hemos hecho mas que cumplir con nuestro deber, nuestra misión tiene que ver de principio a fin con el servicio, somos servidores desde el momento que el Señor nos llamó para estar en su presencia.

 
Este llamado lo recibimos desde el bautismo, el don del Espíritu Santo para poder cumplir fielmente nuestra misión, en este sentido María aparece como la primera servidora del Señor que nos enseña este arte.

 

 
Una de nuestras grandes tentaciones es querer ser más que el Señor y querer ocupar los primeros puestos, ser reconocido por los hombres; sin embargo la esencia de la vida es descubrir que somos servidores.

 

 
Pidamos al Señor que podamos cumplir fielmente esta misión, que aunque hayan obstáculos, pruebas y desafíos en el camino podamos siempre responder fielmente a su lema y aprendiendo de Él que se hizo esclavo por amor a cada uno de nosotros, por ejemplo cuando lavó los pies a sus amigos uno por uno, el rey se hizo siervo por amor.

 

 
Que el Señor los bendiga y acompañe.           

 

 

Oleada Joven