No son la cantidad de “me gusta” del facebook ni los retweets del twitter, tampoco las suscripciones en el canal de youtube. No son la cantidad de aplausos ni los halagos. No son los títulos ni la trayectoria en el currículum. No son los éxitos ni el cargo en la empresa. No son las recomendaciones de otros ni las cimas alcanzadas. No es la etiqueta en la ropa ni el modelo de auto o celular. No es nada de ello, es TODO el Amor de Dios el que te define. No son tus méritos, es Su regalo. Punto.
Luz Huríe
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