Perdida y encontrada

jueves, 16 de febrero de
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“Como para no perder la costumbre, me perdí.

Me perdí en tu propuesta encantadora y desafiante.

Me perdí en tratar de entender cómo podría yo ayudarte.
Me perdí buscando respuestas en cualquier parte.
Me perdí queriendo encontrar propuestas más fáciles.
Me perdí en un laberinto con ofertas que no saciaban.

Me perdí y lloré.

 

Me perdí al reencontrar Tu tierna mirada que delata que siempre estuviste ahí esperando.
Me perdí en Tu rostro tan radiante y ahora no quiero dejar de contemplarte.
Me perdí entre Tus brazos que derraman Amor inconmensurable.

 

Me perdí y luego comprendí que para encontrarte, como a la pequeña oveja, antes me buscaste, que para querer amarte, primero me amaste y -como cita Oseas- que me llevaste al desierto para hablarme al corazón.

 

Hoy mis ojos siguen perdidos en aquella propuesta con la que me sedujiste y conquistaste, y me llena de paz haberme dejado encontrar.

 

Solo Vos me das felicidad.

Mi alma confía en que, si se abandona, tiene al mejor Guía, entonces mis pasos seguirán Tus pasos y mientras mi corazón sigues moldeando, voy descubriendo en este Camino qué me tenés preparado aunque mucho ya me has regalado.”

 

 

Cecilia Fernández

15/02/2017

 

 

 

Cecilia Fernández