Simplemente amó

sábado, 15 de abril de
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Y amó hasta el final che… Te amó a vos, me amó a mi. nos amó tal y cual somos. No miró más que nuestro corazones, eso tan nuestro; eso lo amó.

 

Lo más sorprendente es que lo hizo hasta dar la vida. Si, Él que lo pudo tener todo, no quizo nada más que solo a nosotros.

 

Él que conoce nuestros sufrimientos, errores, miedos. Él que siempre está en cada momento, lo volvería a dar una y otra vez… porque nosotros somos eso que ¨vale dar la vida¨.

 

Jesús que fue insultado, escupido, azotado, golpeado, desfigurado; quien fue muerto, muerto en la cruz. En esa crucifixión y con las manos martilladas nos mostró el MAYOR GESTO DE AMOR. Hizo carne su mandamiento, nos abrazó desde la altura, nos miró fijamente y suspiró. Entregó su Espíritu porque supó cuál era su misión: salvar la mayor creación, vos, yo.

 

Si nosotros que muchas veces perdemos el rumbo del camino, las esperanzas, la fe, el amor. Sabelo Él ya nos salvó; Jesús quien se hizo carne para entregarnos su sangre, para purificarnos, para darnos vida, para que creamos en Él.

 

Acuérdate ahí esta, en esos dos pedazos de madera, con los brazos extendidos, la cabeza gacha, en silencio; Él, el Verbo Pronunciado. Ahí está Jesús, el Nazareno, el Carpintero, el Maestro, el Señor, el Rey, el SALVADOR. Ahí está para mostrarnos que donde nosotros estemos está DIOS.

 

Dulce Rodriguez