Si tengo que describir lo que me anda sucediendo en este tiempo, la verdad que las palabras no alcazarían. Si hay algo que estoy aprendiendo, con vos, es poder atravesar los momentos de desolación de tu mano, aunque me cueste encontrarte sentirte de la manera en la que estaba acostumbrada a hacerlo.
Y es en estos momentos, cuando la FE me invita a concerte de otra manera, solo basta refugiarme en tu presencia, mirarte un ratito, y dejar que tu luz de amor, de salvación, irradie mi corazon y vaya transformando interiormente, de a poquito…
El mirar, leer-releer mi historia me invita a descubrirte en cada capítulo, en cada vivencia ya sea en los atardeceres en donde el sol, las nubes y las montañas se colorean mutuamente y arman un eclipse de grandeza, en los arboles de diversos tamaños y formas, con sus hojas de colores que varían, en cada pedacito de la creación…en cada vínculo que me permitís formar, en las risas, las lágrimas, los abrazos sanadores, la oración y las canciones que oxigenan el alma y son otro puentecito para llegar a vos.
Aunque ultimamente, todo se torne muy cuesta arriba, por las preocupaciones que quitan la paz interior y exterior, la rutina, las responsabilidades que van aumentando, y lleguen esos momentos en los que solo querés renunciar, darte porvencido/a y sentis como la confianza de a poco se va apagando…; SIEMPRE ES TU AMOR EL QUE RESCATA Y VUELVE A LLAMAR , el que salva, el que estira la mano y te susurra al corazón “¡No te rindas amigo/a, que caminamos, corremos, saltamos, volamos, lo que sea, pero juntos en las buenas y en las malas, SIEMPRE JUNTOS!”
Es tu amor la clave, que da la valentía para poder abrazar el día a día, con sus desafiós, alegrías, un par de tristezas depositadas en la esperanza, cada sueño que espera hacerse realidad, cada enseñanza, cada desiserto, para poder a volver a renovar las fuerzas, para poder a volver a tirar las redes… en definitiva para poder abrazar la vida con vos, y desde vos, desde lo que estoy siendo.
Es con vos Jesús, que si se puede hacer todo con amor y por amor, con vos quiero animarme a cerecer, a atravesar cata etapa, a amar al que está al lado mío, al que me cruzo, al que forma parte de mi cotidianidad. Intentar despedirme de toda indiferencia, para amar en serio, mas profundo, sin restricciones, sin miedos.
Por eso Jesús, no me abandones, anhelo encontrarte y dejarme encontrar por vos. ¡Deseo encontrarte en mi, y encontrarme en vos!