Creados a “la medida” del amor de Dios, que es un amor sin medidas

martes, 14 de febrero de

Nuestros corazones fueron creados a “la medida” del amor de Dios, que es un amor sin medidas. Y todo nuestro anhelo está entretejido por este anhelo de Dios, que nos hace ir en búsqueda de la plenitud para la que fuimos creados. Sólo Dios colma nuestra sed de amar y ser amados, por eso, mientras vamos de camino, vivimos inquietos, buscando la felicidad y el sentido de nuestra existencia, suspirando por experiencias de amor que calmen nuestra necesidad de amar y ser amados.

 

Vivimos con la ilusión y a veces con la fantasía de que vamos a encontrar  en la persona que amamos “todo” lo que necesitamos para ser felices: es exactamente lo que necesito… me da todo lo que me hace falta…es lo que siempre busqué… Pero la vida, a través de sucesivas crisis, nos va descubriendo la verdad del amor: No existe amor humano capaz de colmar el anhelode totalidad de nuestros corazones. El amor del otro, por más grande que sea, nos deja la frustración de que no es suficiente, no es “todo” lo que yo necesito, no me da la plenitud que aspiro. Y es por eso que las relaciones se resienten; nos duele o nos enoja ese “poco o mucho” que el otro no me puede dar y qe en ocasiones pasa a ser “justo lo que yo más necesito”: me ama con todo su corazón, pero no me hace sentir valioso; siempre está a mi lado, pero no es lo que yo necesito; es un amor enorme…pero me quita libertad…

 

Constatamos con dolor que no podemos o no sabemos amarnos como anhelamos, y que no podemos evitar dañarnos o ser dañados en esos vínculos de amor. La insatisfacción deja al descubierto un gran anhelo y un gran vacío que experimentamos como “crisis en el amor”, cada una de esas crisis, son camino a la plenitud que anhelamos. Nos va conduciendo en pasos sucesivos al encuentro “con todo el amor” para el que fuimos creados. A medida que las atravesamos, nos van enseñando a superar los amores infantiles y adolescentes para madurar en una amor adulto capaz de la entrega de sí mismo.

 

 

 

“Permanezcan en mi amor ” Inés Ordóñez de Lanús

 

Oleada Joven