Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.”
Palabra de Dios
P. David Pintos Sacerdote de la Diócesis de la Nueva Orán
La oración de Jesús es una expresión hermosa, en ella nos revela cosas que sólo los pequeños de corazón pueden conocer.Este Pasaje es conocido como la infancia espiritual que, para muchos es el corazón del evangelio.
Es explicado por una pequeña a quien Dios reveló los secretos más profundos de su corazón, ella es Teresita de Lisié conocida también como Teresita del Niño Jesús.
Teresita decía: ” No hay nada más lindo que estar abrazados y confiados en los brazos de nuestro amado Dios. El sabernos siempre sostenidos en brazos del Padre.
Al estar en los brazos del Padre y de quien amamos es experimentar seguridad, ternura, confianza y amor, es saber que no nos falta nada.
Cuando abrazamos se está cerca del corazón de quien amamos, el corazón está en comunión y por eso somos partícipe de lo más simple y sagrado.
Sabernos sostenidos en los brazos de Dios en todo momento es vivir con mucha paz, alegría y confianza para afrontar todo.
Está es la gracia que pedimos al Señor : “Sabernos pequeños y humildes, sabiendo que sus brazos es el mejor refugio para estar”.
¡Que tengas un bendecido día!